Es conocido que el principal beneficio de la virtualización es la consolidación de servidores. Esto es, con la virtualización se convierten servidores físicos en máquinas virtuales consolidando diferentes cargas de trabajo en un único servidor físico. Conforme más alto es el ratio de consolidación mayor es el ROI obtenido de la virtualización en relación a reducción de hardware, espacio necesitado, consumo energético y de climatización.
A continuación os planteamos una serie de estrategias a tener en cuenta para incrementar el ratio de consolidación de servidores:
Mejorar la consolidación con nuevos servidores
Reemplazar un servidor físico antiguo por uno nuevo con mayor capacidad es un modo de aumentar el ratio de consolidación. Por ejemplo, si se actualiza de un servidor con dos procesadores de dos cores cada uno a otro con dos procesadores de ocho cores, estamos cuadruplicando el rendimiento de CPU disponible. Además hay que tener en cuenta que el número de procesadores se mantiene intacto, hecho a tener en cuenta en muchos licenciamientos de software de virtualización (aunque recientemente VMware ha cambiado su modo de licenciamiento a uso de RAM).
Si hablamos de incremento en memoria RAM disponible, por ejemplo de 32 GB en vez de 8 GB, estamos cuadruplicando la capacidad de memoria permitiéndonos alojar cuatro veces el número de máquinas virtuales actual.
Aunque calcular el número de máquinas virtuales que pueden ser alojadas en nuestra infraestructura depende de varios factores (como la CPU, memoria, almacenamiento y recursos de red), aumentando la memoria y CPU disponible nos permitira aumentar nuestra densidad de servidores.
Mejorar la consolidación actualizando la memoria
Si no es posible adquirir un nuevo servidor, se puede actualizar la memoria RAM física. El precio de las memorias es un coste asumible por las empresas y continuamente disminuye.
Software que permite mejorar la consolidación
Dependiendo del nivel de licenciamiento adquirido, VMware permite aumentar el ratio de consolidación a través de soluciones como el DRS. Esta solución permite mejorar el rendimiento global de la infraestructura de virtualización.
DRS funciona de tal modo que cuando una máquina virtual es encendida es alojada en aquel host que tenga más recursos disponibles. Adicionalmente DRS es capaz de mover una máquina virtual a otro host cuando no se le está asignando los recursos necesarios para su ejecución.
A partir de la versión 4.1 de vSphere tenemos disponibles funcionalidades como compresión de memoria que permite un acceso a memoria más eficaz y rápido. De este modo somos capaces de alojar más máquinas virtuales en un entorno ajustado de memoria física. Por lo tanto, si somos capaces de disponer de la última versión de software de virtualización obtendremos funcionalidades que nos permitirán aumentar la consolidación.
Reajustar las máquinas virtuales
Si no tenemos presupuesto para mejorar el hardware o el software actual, podemos reajustar las características de las máquinas virtuales configuradas. Es decir, analizar el uso de recursos de cada una de las máquinas virtuales y ajustar su vRAM y vCPU a dicha utilización.
Si reducimos la memoria y vCPU asignada a una máquina virtual, estaremos liberando recursos que pueden ser utilizados por otras máquinas virtuales.
Establecer límites de utilización de recursos
Otro modo de liberar recursos para poder almacenar máquinas virtuales es establecer límites a la memoria y CPU. Por ejemplo, se pueden establecer “pool de recursos” y limitar los recursos disponibles para ese grupo o también se puede limitar los recursos utilizados por una máquina virtual de manera individualizada.
Limitar recursos puede reducir el rendimiento de una máquina virtual, pero pueden existir aplicaciones con menor prioridad (por ejemplo servidores de impresión y archivos) que es posible limitar sin afectar su rendimiento.